SOunds of the Universe
Es tan poderoso "Wrong", el nuevo single de Depeche Mode -tan enfático el canto de Dave Gahan, tan profundos los bajos, tan inquietantes los versos ("Hay algo equivocado conmigo químicamente / algo equivocado inherente a mí / La mezcla equivocada en los genes equivocados")- que es inevitable decepcionarse al enfrentar el álbum que lo contiene. Sounds of the universe no sólo está por debajo de ese primer sencillo promocional, sino también de las legítimas expectativas que sigue generando una banda de historia extensa pero discografía asombrosamente estimulante, incluso a 28 años de su primer álbum. Son los énfasis los que fallan en esta sucesión de canciones de ambientaciones agradables, pero rara vez sorprendentes, sin un carácter asible ni melodías recordables.
Los inicios de "Come back" o "Peace" remiten a las sonoridades de pop-industrial de antiguos discos como Construction time again (1983), pero, en general, éste es un álbum que olvida los ganchos para privilegiar atmósferas, y que incomprensiblemente descuida los estribillos, uno de los mejores talentos de Martin Gore como compositor (es su voz la de "Jezebel", el tema más romántico del disco).
Así, en vez de canciones tenemos ideas, y el álbum completo se pega al oído como un flujo sin resolución, un proyecto sin acabar y con más relleno del que nos había hasta ahora acostumbrado una banda que trata al formato-álbum con respeto. Es cierto que el estándar creativo de Depeche Mode arroja siempre un promedio alto y cuidado, pero no es Sounds of the universe la mejor ventana para asomarse a su composición de banda madura.